El inevitable san Agustín
“Verdaderamente, la naturaleza y la gracia fueron generosas con san Agustín, el Águila de Hipona. He aquí algunos juicios sobre su inigualable personalidad y su maravilloso influjo en la cultura universal: San Buenaventura dijo: «Nadie ha dado más satisfactorias respuestas a los problemas de Dios y del alma que San Agustín»; Harnack le compara a «un árbol plantado en las márgenes de las aguas vivas, cuyas hojas jamás se marchitan y en cuyo ramaje anidan las aves del cielo»; Vives: » ¡Cuán santo varón, cuán docto escritor, Dios mío, es san Agustín, gloria y sostén de la república cristiana!»; W. Dilthey: «Es el más profundo pensador entre todos los escritores del mundo antiguo». Y, para terminar, Gatry afirmaba de él: «Es el Platón de la filosofía del mundo moderno, y quizá, el genio metafísico más profundo y más portentoso que han visto los tiempos».
Por ello bien exclamó Carlomagno en un momento de reflexión sobre san Agustín: «¡Ah si tuviese en torno mío doce sabios como Agustín!» P. Rafael López.
Antes de salir de vacaciones nos distribuíamos las fiestas agustinianas para hacer los artículos y yo, rápidamente, pedí el día de san Agustín. Después que llegue a mi casa me pregunté qué podría escribir que ustedes no supieran.
Fue así que me encontré con este artículo y pensé: «¡Casi nada tenemos nosotros como Padre!» A san Agustín, el convertido, el filósofo, el Águila de Hipona y martillo de los herejes. ¿Nos damos cuenta de la grandeza de nuestro Padre? más aun ¿Somos consientes de la herencia que nos ha dejado?
Agustín es uno de esos personajes inevitables en la historia. No podemos leer un libro de filosofía, magisterio de la iglesia o teología que no lo cite. Es verdaderamente un pensador perenne, a él mismo le cabe su frase de antiguo y siempre nuevo. Agustín, antes de su conversión, toda su reflexión la centra en la búsqueda de verdad, y, después de convertido, mueve cielo y tierra para comunicar a sus amigos que esa verdad tan anhelada es Cristo y que está en el interior del hombre.
El santo obispo de Hipona supo desde la razón y su experiencia de vida encontrarse con el Dios interno; no nació santo, él se hizo santo y bastante le costó pues eso suponía morir a muchas de sus ideas pero más importante aún era encontrarse con la verdad.
Nosotros, sus hijos espirituales, debemos contagiar al mundo de la inquietud propia del itinerario agustiniano. El mundo actual necesita de muchos agustines que no se dejen engañar, buscadores, inquietos y defensores de su fe. Esta es la tarea de nosotros como Agustinos recoletos.
Celebrar a Agustín es celebrar la gracia de Dios, que nos cambia y que de nuestra imperfección saca cosas maravillosas. Es, además, celebrar el amor al saber, a la comunidad y a la Iglesia. Hoy es un día para renovar nuestra identidad, de darnos cuenta del tesoro de fe, amor y razón que fue Agustín y de reflejarnos de nuevo en él. Creo que los que se han hecho agustinos y los que estamos en ese camino, lo hemos hecho por ese sentirnos identificados con Agustín, si es así anunciemos al mundo el carisma que vivimos.
Somos comunidad unida por Dios, llamado a perpetuar la semilla agustiniana en el mundo. Somos los inquietos, los buscadores, los apasionados de la verdad, los misioneros, los amigos. Somos la familia agustiniana. Feliz día de nuestro padre a todos los que tienen corazón inquieto.
Jesús Camacho
recoletospalmira.wordpress.com 